Frans Beelen crea joyería extraordinaria, lúdica, colorida o adornos para llevar.
Lo que hace destacar su joyería es la selección de materiales muy originales: no usa plata ni oro, sino tela que combina con todo tipo de materiales.

"Mi joyería no es sólo para mirar, sino también para sentir y tocar"

La combinación inusual de telas, cuentas, plumas, minerales (pulidos o no) conchas y otros materiales encontrados, no sólo hace que el ojo sea atraído por la joya, sino también evoca el impulso inmediato de sentir y tocar. Las joyas ofrecen una experiencia sensual por su diseño y elección de materiales. Dan la sensación de una prenda bien ajustada.
La joya refuerza la autoestima de la persona que la lleva y expresa aún más su sentido siguiendo sus movimientos : es un juego en el que la joya y la persona se realzan mutuamente.



Al mirar sus joyas como objetos en si, las piezas son obras de arte completas e independientes, que sirven igualmente de joyas como objetos de arte independientes en una pared, un pedestal o en un escaparate. Todas sus joyas son como individuos, dentro de un estilo entre ‘clásico chique’ y ‘contemporáneo exótico’. Sus elegantes líneas y formas recuerdan al período Art Deco. Es con gran amor y artesanía superior que Frans crea su joyería única.

Vive y trabaja en Utrecht, y desde 1970 ha estado mostrando su trabajo regularmente en Holanda y Bélgica.
En 2007 realizó una exposición individual en el Modemuseum de Hasselt, Bélgica. Desde 2008 participa en el colectivo de artistas Zône en Leiden, Holanda.
En 2012 fue artista residente en el taller de invitados de Museo Van Gogh House en Zundert, Holanda, donde completó una serie de adornos Van Gogh. En 2013 estos adornos se mostraron en el Vincentre, el Centro Van Gogh en Nuenen, el pueblo donde en 1885 Vincent van Gogh pintó ‘Los comedores de patatas’.

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